Comenzará a implantarse en el curso 2014-2015 en Primaria, tal como estaba previsto. Pero en la ESO se retrasa un año, postergando un curso la polémica reválida, que no tendrá validez para obtener el título en el curso 2016-2017, tal y como recogen las enmiendas. También llegará un año después a bachillerato y Formación Profesional de grado medio. La Selectividad no desaparecerá dentro de dos cursos, sino en tres.
La flexibilidad que el ministro José Ignacio Wert se comprometió a proporcionar al calendario de aplicación de la nueva Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa no fue muy amplia. Serán tres los años que transcurran desde que el próximo curso se inicien los cambios en Primaria, hasta que en el curso 2017/2018 los alumnos hayan de aprobar la reválida para obtener los títulos de ESO y de Bachillerato, momento en que desaparecerá la selectividad. Para entonces el Gobierno que salga de las urnas en 2015 ya estará a mitad de la próxima legislatura.
En cuestión de plazos, lo que vienen a señalar las enmiendas es que la LOMCE entre en vigor el próximo curso solamente en los cursos impares de Primaria -primero, tercero y quinto-, teniendo en cuenta que esta primera etapa educativa es la menos afectada por la reforma. No obstante, los alumnos de tercero tendrán su prueba de conocimiento, si bien sólo con carácter orientativo, sin ningún valor evaluable.
La reválida, para 2017
Eso será todo lo que se ponga en marcha el próximo curso, el que dé comienzo en septiembre de 2014. Para el siguiente, para el 2015-2016, la LOMCE desembarcará en el resto de Primaria -los cursos pares: segundo, cuarto y sexto- y FP, así como en los impares de la Secundaria -primero y tercero, y primer año de Bachillerato. Los alumnos de sexto de Primaria tendrán por primera vez la prueba de conocimiento, también con carácter orientativo, como lo fue el año anterior para los de tercero de Primaria.
Una de las grandes apuestas de la reforma, las evaluaciones al final de cada etapa, no empezarán a practicarse hasta el curso 2016-17. Sin embargo, estas reválidas «no tendrán efectos académicos» hasta el año siguiente. Esto significa que no será necesario superar la prueba para obtener el título, aunque la evaluación sí tendrá validez para acceder a la Universidad. Ese mismo año académico los cambios llegarán a segundo y cuarto de la ESO.
Y ahí se acaban las cadencias. El curso 2017/2018 todo será ya obligatorio. Es el curso en que hay que aprobar la reválida de ESO para obtener el título de Secundaria, el año en que hay que superar la reválida para convertirse en bachiller y, por ende, el curso en que desaparece la selectividad, dejando en manos de la Universidad las pruebas de acceso propias que cada cual quiera realizar.
FP básica
La FP Básica, presentada como una vía alternativa a cuarto de la ESO para estudiantes no interesados en recibir una formación más amplia, no va a estar presente en todos los centros en los que se imparta secundaria, como decía el texto anterior de la LOMCE. Los ciclos serán implantados donde “determinen las administraciones educativas”, señalan las enmiendas.
FP Superior
Si se dispara la demanda en un ciclo de FP Superior y no hay suficientes plazas, las comunidades podrán establecer “procedimientos de admisión” de acuerdo con las condiciones que decida el Gobierno en un reglamento posterior. Desde que comenzó la crisis económica, las aulas de FP superior se han visto desbordadas por la vuelta a las aulas de muchos desempleados sin suficiente formación. La matrícula se ha disparado 35% desde 2008 y la oferta sigue siendo insuficiente frente al paro. Miles de aspirantes (hasta 40.000, según estimaciones correspondientes a 2010) no consiguen una plaza en uno de estos centros.
Religión
Los centros no tendrán que ofertar esta materia en Bachillerato.
Adultos
Las Comunidades organizarán pruebas —regladas por el ministerio— para todos los adultos que deseen obtener un título y no tengan tiempo de acudir a clase. Para presentarse al de bachiller o Técnico Superior habrá que haber cumplido 20 años y 18 años para los títulos de Técnico y Profesional Básico. Educación pretende velar por la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos facilitando también la educación a distancia a mayores o a diseñar asignaturas y evaluaciones específicas que permitan obtener los títulos de ESO y bachillerato a estos adultos.
El jueves 21 de Noviembre se aprobó en el Senado la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y el último paso para la entrada en vigor de la reforma educativa fue la ratificación de la ley en el Congreso el 28-N.
Después de este último paso, comienza un largo recorrido de acuerdos entre las comunidades autónomas y el gobierno para comenzar a implantar la LOMCE.
Después de la aprobación de la LOMCE, la secretaria de Estado de educación, FP y Deporte, Montserrat Gomendio, ha destacado el apoyo parlamentario “muy mayoritario” que ha recibido la LOMCE. Gomendio afirma que no entiende porque se está diciendo que la ley sale “sólo” con el respaldo del PP, ya que este partido ha recibido el voto de la mayor parte de la sociedad. “Tiene mayoría absoluta y, por tanto representa un ámbito amplísimo de la sociedad”, también de los profesores, los estudiantes y sus familias. “Estamos hablando de un montón de familias que han puesto su confianza en un Gobierno que está trabajando muy duro para salir de una crisis económica muy difícil”.
Tras leer estas palabras de la secretaria de Estado de Educación no nos cabe más que preguntarnos si no ve las noticias. Cierto es que el Partido Popular cuenta con una mayoría absoluta gracias al voto de millones de españoles, pero de ahí a afirmar que cuenta con la mayoría de la comunidad educativa hay un trecho.
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